¿Qué sucede en el cerebro?
Cuando nos sentimos amenazados, las defensas automáticas e inconscientes del cuerpo toman el control.
Los detectores de humo se activan
Existen dos lugares en el cerebro encargados de detectar el peligro y preparar el cuerpo para luchar o huir del peligro. Estos lugares se llaman almendras y pueden compararse con dos detectores de humo que emiten un pitido cuando detectan humo y, por lo tanto, te avisan de que estás en peligro.
Todos los sistemas estarán operativos
Cuando suenan los detectores de humo, se liberan hormonas del estrés en el cuerpo para prepararlo para afrontar este peligro. Las reacciones físicas incluyen, por ejemplo, respiración más superficial y rápida, palmas sudorosas y aumento de la frecuencia cardíaca. La sangre se precipita a las extremidades, nuestra voz puede cambiar, la garganta se tensa, la mandíbula se pone rígida y algunas personas se enrojecen en las mejillas.
La capacidad de tomar buenas decisiones disminuye
En este estado, las vías neuronales encargadas de tomar decisiones complejas se bloquean. Dejamos de ser capaces de ver las cosas desde múltiples ángulos, de usar la lógica y de tomar decisiones informadas. Nuestra memoria también nos falla y dejamos de ser capaces de recordar recuerdos que nos ayudan a tranquilizarnos.
No pasa nada excepto el ruido de los detectores de humo. La respuesta de defensa automática del sistema nervioso toma el control y nos dice que estamos en peligro.