Descuida
La negligencia es un tipo de maltrato que se da a personas que dependen de asistencia, como ancianos, niños o personas con alguna discapacidad. Se habla de negligencia cuando una persona no recibe la asistencia que necesita para sentirse bien.
La negligencia puede ser a manos de un familiar o cuidador y puede ocurrir dentro del hogar, del asilo de ancianos o de otras instituciones.
- Las personas mayores a menudo necesitan una mayor asistencia en su vejez, como por ejemplo con medicamentos o visitas a un centro de atención médica. Se considera negligencia cuando un cuidador no atiende esas necesidades.
- Las personas con discapacidad a menudo necesitan asistencia especializada para las tareas diarias. Se considera negligencia cuando las personas con discapacidad sufren lesiones o necesitan asistencia debido a una enfermedad y no reciben asistencia. Lo mismo se aplica cuando las personas con discapacidad necesitan trasladarse de un lugar a otro y no reciben los servicios acordados.
- Los niños están bajo la custodia de sus padres y se considera negligencia si un niño está mal vestido, no recibe medicación, apoyo en la escuela o lo suficiente para comer.
Las personas que sufren abandono suelen experimentar impotencia, miedo, ira, ansiedad y depresión. Tienen miedo de no tener el control de sus propias vidas. Esto hace que sea menos probable que denuncien el abandono. Es importante denunciar siempre el abandono porque todos tienen derecho a sentirse bien.
Puede tratarse de negligencia si la persona:
- Elimina tu necesidad de algo para beber o comer.
- Ignora tus solicitudes de ayuda para ir al baño.
- No te responde cuando hablas.
- No le entrega su medicamento a la hora indicada.
- No le importa si llevas ropa sucia o mojada.
- No te lleva al médico cuando lo necesitas.
- No te recoge como se pactó.
Obtener ayuda
Siempre es mejor contarle a alguien cómo te sientes. Si necesitas ayuda, puedes contactar con Bjarkarhlíð en Reikiavik o Bjarmahlíð en Akureyri, que se especializan en brindar apoyo a adultos que enfrentan cualquier tipo de abuso. No importa cuánto tiempo haya pasado desde que ocurrió el abuso.
Los niños y los adultos siempre pueden hablar con alguien al 1717(la línea de ayuda de la Cruz Roja) o comunicarse con 112 por teléfono o a través del chat web.